Envolver a un recién nacido: Cómo y por qué hacerlo
Seguro que has escuchado hablar del swaddling. Te contamos sus beneficios y la técnica correcta para practicarlo.
Envolver al bebé es una costumbre de origen ancestral, muy practicada en países no europeos, que está resurgiendo en las sociedades europeas por sus múltiples beneficios. Veamos ahora qué es y cómo se practica.
¿Que significa swaddling?
Swaddling, que significa envolver, consiste en envolver al bebé con una sábana de algodón, concretamente de muselina, para que se sienta contenido y protegido. La necesidad de contener al bebé responde a su necesidad de contacto tranquilizador. Algunos bebés se calman simplemente cogiéndolos en brazos, otros necesitan además oír la voz tranquilizadora de mamá o papá, y otros necesitan una "contención" adicional. El envolvimiento o “swaddling”responde precisamente a esta necesidad de contacto y contención: el envolvimiento contiene los movimientos del bebé, haciéndole sentir protegido, recordando así las mismas sensaciones agradables experimentadas dentro del vientre de la madre y favoreciendo la relajación.
Cómo envolver a un recién nacido
Existen varias técnicas para envolver a un recién nacido, veamos ahora la más utilizada y la más fácil de aprender. Como ya hemos dicho, se trata de una práctica muy antigua, pero hoy en día existen algunas recomendaciones nuevas con respecto al pasado a las que hay que prestar atención para practicar el envolvimiento correctamente y sin riesgos para el bebé.
A continuación te explicamos cómo envolver a tu bebé paso a paso:
- Coge una sábana pequeña, preferiblemente una muselina de algodón.
- Extiende la muselina sobre la cama o el cambiador y dóblala en dos, haciendo que adopte la típica forma de punta de diamante con la punta hacia abajo..
- Acuesta al bebé sobre la muselina doblada con el borde superior de la tela a la altura de los hombros.
- Coge el primer brazo del bebé y estíralo a lo largo del costado. Siempre en el mismo lado, coge la punta lateral de nuestro "rombo", dóblala sobre el pecho del bebé y métela por detrás de la espalda, dejando libre el otro brazo.
- Repite la operación con el otro brazo.
- Por último, puedes decidir dejar la "cola" libre o doblarla y meterla por dentro, sobre el pecho del bebé.
- Comprueba que el fular está bien hecho y que no se desata con facilidad, pero tampoco aprieta demasiado al bebé: para ello, introduce dos dedos entre el pecho del bebé y la tela.
Qué utilizar para envolver a un recién nacido
Es importante utilizar una sábana de algodón suave, como la muselina, ya que permite contener al bebé sin limitar sus movimientos. En particular, es importante no apretar demasiado al bebé alrededor de las caderas, dejando libres las piernas para que adopten la posición de "ranita" típica del primer período y evitando así el riesgo de displasia de cadera.
Además, no se recomienda utilizar mantas o edredones para envolver al recién nacido, a fin de evitar el sobrecalentamiento del bebé, hecho que podría provocar un riesgo para la seguridad del niño durante el sueño.
Cuando envuelva al recién nacido para dormir y, en general, cuando lo ponga a dormir, recuerda dejar la cabeza libre de gorros o capuchas, siempre para evitar que el bebé sude demasiado. Por último, recuerda no abrigar en exceso al bebé: el consejo es no cubrirlo con más de una capa de la que utilizaríamos en el mismo ambiente.
¿Cuándo empezar a envolver al bebé?
He aquí una novedad importante con respecto a lo que se sabía en el pasado. La ciencia nos dice ahora que se puede envolver al recién nacido desde los primeros días después del nacimiento, pero que ya no debe proponerse en cuanto el bebé muestra los primeros signos de querer ponerse de lado 1, lo que ocurre alrededor de los cuatro meses, pero en algunos casos ya puede observarse en torno a los dos meses
El riesgo en caso de rodar es que el niño quede en posición boca abajo con la cara contra el colchón y con capacidad limitada para moverse o ayudarse con brazos y manos para mover la cabeza.
Cuando el bebé empieza a rodar, para facilitar que se duerma y reducir la posibilidad de que se destape, recomendamos el uso de sacos de dormir que no sólo mantienen al bebé abrigado sin riesgo de que se despierte por el frío, sino que además le proporcionan una sensación de contención.
¿Qué ventajas tiene envolver al bebé?
Como ya hemos mencionado, envolver al recién nacido le permite experimentar de nuevo las sensaciones de contención y protección que siente dentro del vientre de su madre: esto le calma y le tranquiliza. Además, según algunos estudios1, envolver al niño le permitiría alargar la fase de sueño no REM, la fase de sueño tranquilo en la que el bebé está generalmente quieto y no se mueve, lo que favorece un sueño más tranquilo y reparador. Por último, envolver al recién nacido contendría el "reflejo de moro", que es ese reflejo incondicionado que hace que los bebés se despierten.
¿Cuándo es útil envolver al bebé?
Éstas son algunas de las situaciones en las que puede ser útil envolver al recién nacido:
- Cuando el niño está nervioso, para favorecer la relajación.
- En la fase de conciliar el sueño, para favorecer la relajación y el sueño.
- En general, durante el sueño, en los primeros meses y hasta que el bebé dé señales de querer darse la vuelta sobre un costado, sobre todo en el caso de los bebés que tienden a despertarse con facilidad.
- Durante el baño: algunos bebés pueden ser especialmente "sensibles" a la hora del baño, sobre todo las primeras veces. Envolver al bebé puede ser una forma de que se sienta tranquilo y seguro, lo que les permitirá disfrutar juntos y en paz de ese momento.
1 Bregje E. van Sleuwen; Adèle C. Engelberts; Magda M. Boere-Boonekamp; Wietse Kuis; Tom W.J. Schulpen; Monique P. L'Hoir; Swaddling: a systematic review. Pediatrics. 2007.