El sueño en bebés y niños: desde el nacimiento hasta los primeros años
Dónde deben dormir los niños: desde el colecho a la cuna, pasando por la cama Montessori
Los niños tienen patrones de sueño imprevisibles. Es imposible saber con exactitud cuánto dormirá un bebé y cuándo y cómo cambiará su patrón de sueño. Sin embargo, sí sabemos que a lo largo de los primeros años, normalmente los 3-4 primeros, las exigencias familiares y las necesidades relacionadas con el sueño cambian continuamente. Pero, ¿cuáles son estas necesidades y cuándo y cómo cambian? ¿Qué disposición adoptar en casa, qué camas elegir para acompañar mejor las necesidades del niño y ayudar también a mamá y papá?
El colecho: hasta qué edad
Es sabido que la ciencia recomienda dormir cerca del bebé al menos durante los 6 primeros meses de vida, preferiblemente durante todo el primer año. Esta práctica se denomina colecho y es sin duda la solución preferida para el periodo inicial.
Poco a poco, con el paso de los meses, el niño irá creciendo, pero muchos padres siguen sintiendo la necesidad y el deseo de tener a su bebé cerca, para simplificar la tarea de cuidarlo o simplemente para acompañarlo en un periodo difícil, como el inicio de la dentición, el destete o la vuelta al trabajo. No hay un límite exacto a partir del cual no se deba permitir a un niño dormir en la misma habitación que sus padres. Por tanto, el consejo es observar su comportamiento, darle tiempo para crecer y responder a sus necesidades y a las de la familia.
Lo más importante es adoptar un enfoque seguro del colecho, utilizando productos adecuados y duraderos, incluso cuando el niño sea un poco mayor. Esto es muy importante después de los 6 primeros meses, cuando el bebé ha adquirido habilidades motrices. Crear un entorno que acoja y proteja al niño es importante para garantizar un desarrollo seguro del bebé y la tranquilidad de los padres.
Cómo continuar con el colecho incluso después de los primeros meses
¿Cómo mantener al bebé en la habitación una vez que la cuna se le queda pequeña y, por tanto, insegura? Muchos padres desarrollan sus propias soluciones de bricolaje, como colocar una cuna tradicional de madera con los laterales elevados junto a su propia cama. Esta solución plantea dos problemas: por un lado, puede ser peligrosa, ya que no está unida de forma segura a la cama de los padres y podría moverse creando un hueco entre las dos; por otro, si se dejan las barandillas de madera en el lado de los padres, pueden interferir en el contacto y resultar poco prácticos a la hora de cuidar al bebé. Nuestro consejo es que te prepares desde el principio comprando una cuna que te permita seguir durmiendo junto al niño más allá de los primeros meses. Por ejemplo, la cuna Chicco Next2Me Forever, que permite dormir junto al bebé de forma segura y prolongada incluso más allá de los primeros 6 meses.
El primer cumpleaños: una fase de transición
En un momento determinado, cuando los padres consideren que ha llegado el momento, es conveniente empezar a dar al niño un poco más de autonomía también durante las horas de sueño, actuando siempre de forma gradual.
Este período puede comenzar cuando el bebé tiene aproximadamente un año: algunos niños están preparados para este paso a partir de los 9 meses, mientras que otros pueden pasar a esta fase gradualmente a lo largo de su segundo año de vida. Una forma de empezar es mantener al bebé en la misma habitación que papá y mamá, pero en una cuna tradicional con barrotes, alejada de la cama de los padres. Si el niño llama a papá o mamá durante la noche, en lugar de responder inmediatamente, deja pasar unos momentos. Una vez que llegues a la cuna, comprueba si el bebé ha salido de las sábanas o si algo cercano le molesta e intenta ponerle la mano encima para calmarle, hablarle con voz suave o cantarle una nana sin cogerle enseguida. Durante esta fase, que podría denominarse de "transición" en términos prácticos, sería útil una cuna con los laterales elevados.
Cuándo hacer que el niño duerma en su propia habitación
Después de esta fase de "transición", una vez que el niño parece sereno, es el momento de dar el siguiente paso importante -que no debería coincidir con acontecimientos importantes de la vida como mudarse de casa, empezar la guardería, cambiar de cuidador o dar la bienvenida a un nuevo bebé a la familia-, un paso hacia ser un niño grande: su propia habitación.
Recomendamos utilizar la misma cama en la que el niño ha dormido hasta ese momento. De este modo, el bebé tendrá algo familiar una vez que se haya mudado a su propia habitación. La habitación también debería incluir los peluches u otros objetos a los que el niño se haya encariñado. Una nota importante, que forma parte de las directrices sobre cómo debe dormir un bebé, es que no deben colocarse peluches ni ningún otro objeto directamente dentro de la cuna, excepto la sábana y la manta, por supuesto.
Ansiosos de autonomía: la cama montessori, cuándo y cómo utilizarla
A medida que crecen, los niños van alcanzando hitos importantes en lo que se refiere a sus habilidades mentales y motoras: por ejemplo, dormir durante varias horas sin necesidad de que sus padres estén cerca o caminar sin necesidad de apoyo. El niño irá manifestando un deseo de autonomía, que no debe interpretarse como independencia del vínculo parental, sino como el deseo de hacer cosas por sí mismo, para aprender y crecer. Estas necesidades se acentuarán especialmente durante la primera mitad del segundo año del niño (hacia los 15-18 meses).
Los padres pueden fomentar la autonomía organizando la casa de modo que el niño pueda moverse libremente sin encontrar barreras. En lo que se refiere a las horas de sueño, se puede utilizar una cama Montessori. Se trata de una cama "abierta" a ras de suelo, como Chicco Next2me Forever, que da libertad al niño para acostarse y levantarse solo, respondiendo a su deseo de autonomía.