Cuándo darle un chupete a tu recién nacido
Información y consejos sobre cuándo darle el chupete a tu recién nacido

Todos los padres se habrán preguntado cuál es el momento adecuado para dar el chupete: ¿inmediatamente después del nacimiento o es mejor esperar? Una pregunta que sin duda genera cierta confusión. Veamos ahora qué dice la ciencia y cómo comportarse con el chupete durante la lactancia o la alimentación con biberón.
La importancia del chupete para la succión no nutritiva
La succión no nutritiva se refiere al acto de chupar para comodidad o relajación, en lugar de satisfacer la necesidad de alimentarse. La succión no nutritiva es una habilidad infantil que se manifiesta mucho antes del nacimiento: de hecho, se ha observado ya en la semana 15 de gestación. Precisamente por ello, se considera un reflejo innato en el recién nacido y esta capacidad innata es preparatoria para la futura succión nutricional una vez que nazca el bebé.
La succión no nutritiva tiene diversos beneficios para el recién nacido: regula el bienestar intestinal, favorece la digestión de las grasas y actúa positivamente sobre la salud del niño en los primeros meses de vida, asociada a momentos de relajación, sueño o incluso situaciones de tensión emocional. estrés, como herramienta de autoconsuelo. Por eso es importante mantenerlo correctamente incluso después del nacimiento. La herramienta más adecuada para apoyar la succión no nutritiva es el chupete.
Entre los diversos beneficios que se derivan del uso del chupete, es importante recordar su efecto protector contra el SMSL, el síndrome de muerte súbita.
Chupete para recién nacido: ¿cuándo empezar?
Algunos expertos recomiendan esperar al menos 3-4 semanas después del nacimiento antes de comenzar a darle un chupete a su recién nacido para evitar interferencias con la lactancia. La Academia Americana de Pediatría, principal organismo pediátrico reconocido también a nivel internacional, indica con precisión qué factores son útiles para establecer cuándo la lactancia materna está en marcha:
- Producción de leche suficiente;
- Adhesión correcta, cómoda y eficaz del bebé al pecho
- Adecuada ganancia de peso del recién nacido
El tiempo que lleva a que esto suceda es variable y puede ser diferente de un niño a otro.
En el caso de los recién nacidos alimentados con biberón, sin embargo, es posible empezar a utilizar un chupete inmediatamente.
¿Cuándo darle el chupete a un recién nacido prematuro?
Sin embargo, la situación es diferente en el caso del parto prematuro. En niños nacidos prematuros, el entrenamiento de succión no nutritiva mediante chupete se utiliza como objetivo terapéutico para mejorar parámetros clínicos como crecimiento, ganancia de peso, maduración, control de la vigilia y motilidad gástrica. Además, en el hospital también se utiliza para reducir la sensación de dolor siempre que sea necesario activar procedimientos dolorosos, como las punciones.
Por tanto, se recomienda inmediatamente, ya durante la estancia hospitalaria, el uso de chupetes especiales extra ligeros y muy pequeños, específicos para bebés prematuros, que pueden utilizarse con recién nacidos que pesen menos de 2 kg; A partir de 2 kg se pueden utilizar chupetes disponibles en el mercado, que aún son pequeños y ligeros, como los chupetes Physioforma Micrò. Diseñados específicamente para los primeros meses, están equipados con una mini tetina y un pequeño y delicado escudo para favorecer la respiración fisiológica y favorecer el desarrollo armonioso de la boca.
¿Qué chupete elegir para los primeros meses?
La elección de un chupete anatómico-funcional, como el de PhysioForma Chicco, es fundamental para garantizar una correcta estimulación de la succión no nutritiva, un apoyo a la respiración fisiológica y un desarrollo ortodóncico natural.
Durante los primeros meses de vida, lo ideal es optar por chupetes pequeños, adaptados al rostro del recién nacido, ligeros, suaves y con escudo ventilado para respetar su delicada piel. Un consejo para ayudar al recién nacido a aceptar el chupete es ofrecérselo, las primeras veces, cuando el pequeño esté tranquilo, evitando ofrecérselo mientras esté nervioso o llorando.