El momento mágico de la lactancia
La lactancia ofrece incontables beneficios, no solo desde un punto de vista nutricional, también psicofísico y emocionales relacionados con la relación entre madre y bebé. Veamos por qué.
Es el mejor alimento para el bebé
La leche materna es el mejor alimento para el recién nacido porque contiene los nutrientes necesarios para satisfacer todas las necesidades nutricionales de los bebés hasta los 6 meses. Favorece un correcto crecimiento y una mejor protección contra las infecciones.
Fuerza el vínculo entre la madre y el niño
Las ventajas de la lactancia para ambos son numerosas, tanto a corto como a largo plazo: con la leche materna, la madre transfiere sus células, hormonas y anticuerpos al bebé, permitiéndole construir una defensa contra algunas enfermedades. Además, las madres que dan de mamar a sus hijos tienen un menor riesgo de desarrollar ciertas enfermedades.
Siempre lista, disponible y segura
La leche materna es no cuesta, siempre está a la temperatura ideal y es perfectamente digerible para el bebé, además de muy práctica para la madre. Está a salvo de la contaminación y no hay riesgos asociados a su preparación, lo que la hace totalmente segura para los pequeños.
Acerca más a la madre y al bebé y provoca un sentimiento de bienestar en ambos
La lactancia es mucho más que un medio de satisfacer las necesidades fisiológicas básicas del bebé; es también un momento de conexión entre madre e hijo, lleno de emociones y sensaciones. Cubrir esta necesidad ofrece a ambos una profunda sensación de bienestar y tranquilidad, y proporciona a las madres un sentimiento de gratificación, al sentirse esenciales para el crecimiento y el desarrollo del pequeño.
Por todos estos beneficios, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha recomendado dar el pecho al menos durante los seis primeros meses de vida, si bien se recomienda que la leche materna sea el primer alimento hasta el primer año de vida. Después se mantendrá al tiempo que se introducen gradualmente otros alimentos.