CÓMO SACAR LOS PAÑALES DE LOS BEBÉS

Sin duda hay mejores momentos para facilitar que el bebé se quite el pañal, como la temporada de calor o cuando estamos en la playa, pero es bueno recordar que no hay que tener prisa porque "la guardería empieza en septiembre". Forzar o anticipar, por razones escolares o familiares, a un niño que aún no está preparado puede ser incluso contraproducente. No es una carrera, ni un reto, sino una meta de crecimiento que el niño alcanza cuando está realmente preparado. La transición del pañal a la braga debe vivirse con serenidad y paciencia. Tener confianza en las habilidades de aprendizaje de su hijo y aplaudir cada pequeño progreso son estrategias ganadoras.

La Academia Americana de Pediatría nos ayuda a responder a esta pregunta, indicando el periodo entre los 18-24 meses como el ideal para iniciar el proceso de "retirada de pañales", más generalmente esta transición tiene lugar entre los 2 y 3 años de edad cuando el niño es capaz de controlar los músculos del esfínter y la vejiga. No hay un momento preciso para quitarse el pañal, ya que, al igual que con hablar o caminar, cada bebé tiene su propio tiempo y es fundamental respetarlo sin forzarlo.

Existen algunas señales a tener en cuenta que nos ayudan a entender que el bebé está listo para quitarle el pañal:

• El hecho de que el bebé orine con menos frecuencia a lo largo del día y permanezca seco con más regularidad durante varias horas: por ejemplo, será de gran ayuda observar si está seco cuando se despierte después de la siesta de la tarde.
• El hecho de que empiece a anunciar que necesita orinar o a que se sepa cuando se siente mojado.
• El hecho de que comience a imitar el comportamiento de los adultos, tratando de vestirse o ir al baño o al baño.

• Equípate con el equipo adecuado: un orinal en los primeros días y un reductor de inodoro con un taburete más tarde. Utilizar las herramientas adecuadas es importante para que los niños se sientan libres y cómodos, poniéndolos así en las mejores condiciones para poder aprender.
• Vístelo con ropa cómoda como chándales o shorts con gomas elásticas, evitando cierres con botones o cremalleras que podrían complicar las operaciones creando una sensación de frustración en el niño.
• En los primeros días, es necesario acompañar al niño al baño de forma regular. Hay que animarles a sentarse en el orinal de forma lúdica, sin insistir demasiado.
• Al principio, es útil que se siente a menudo de tal manera que se convierta en una rutina. Para la caca, el momento ideal es después de las comidas, para orinar es necesario recordarle cada hora que vaya al baño, acompañándolo con la mano.
• Las sesiones deben durar al menos unos minutos, para que el niño tenga tiempo de relajarse. La ropa debe ser cómoda, fácil de bajar y volver a poner, para permitirles experimentar un mínimo de autonomía. Si la temporada lo permite, deje al niño lo más ligero posible, en climas cálidos solo con bragas para permitirle ser más independiente. Si no es posible vestirlo solo con la braga, prefiera trajes prácticos sin botones ni cremalleras que podrían ralentizar sus operaciones, creando así frustración.
• En caso de "accidente", no se le debe regañar. Cuando lo hace dentro del orinal: se gratifica y fortalece.
• Cuando tu bebé puede prescindir de un pañal durante el día, es hora de deshacerse de él durante las siestas de la tarde y más tarde en la noche. Una vez más, no existe una regla única para todos. Si el niño asiste a la guardería, debe coordinarse con ellos.

• No presione ni regañe a su hijo.
• No dudes de sus habilidades si necesita un poco más de tiempo para acostumbrarse al orinal.
• No digas adiós a los pañales al mismo tiempo que otros acontecimientos: la llegada de un hermano, un cambio de casa, el inicio del jardín de infantes, el luto en la familia.
• Evita confusiones: si tu hijo asiste a la guardería, coordina y actúa de forma organizada.

Cuando estás fuera de casa, el consejo para los primeros días es ponerle un pañal al bebé y pedirle que se comunique en caso de que necesite ir al baño. Puedes equiparte con el pañal braga para que sea más fácil quitártelo y volver a ponértelo, acostumbrando así al bebé al gesto de tirar hacia arriba y hacia abajo tal y como hará con las bragas. Posteriormente, cuando veas que el niño está cada vez mejor, también puedes salir sin él, pero lleva contigo algunos cambios y quizás una toalla o un transversal absorbente, incluso desechables, para colocar entre el niño y el cochecito o la silla de coche en caso de que tengas que usarlos.