El bebé de 3 meses

A los 3 meses, el peso medio de un recién nacido ronda los 6-7 kg, mientras que su longitud ha aumentado unos 10 m con respecto a cuando nació. Estas medidas son orientativas y no necesariamente coinciden con las reales, siendo normales los valores ligeramente superiores o inferiores.

Tu peque empieza a socializar y llegan las primeras pequeñas pero grandes satisfacciones: empieza a sonreírte con el objetivo de estimular la sonrisa de mamá y papá. Por tanto, se vuelve más comunicativo y participativo durante el día. Con la mirada es capaz de seguir un objeto en movimiento, mantiene las manos abiertas o semiabiertas y emite sonidos y balbuceos. Si se coloca boca abajo, puede levantar la cabeza. Aunque su visión madurará más adelante, un bebé de 3 meses es capaz de distinguir una serie de colores y se siente atraído principalmente por los primarios (verde, rojo, azul) y la percepción de la profundidad y la dimensión 3D de los objetos.

También habrás notado que hay algunos gestos y expresiones que tu bebé repite en determinadas ocasiones. Estos pueden servir para comprender sus necesidades: por ejemplo, el bebé patea, levanta el puño o se pone rojo de cara, podría significar que le molesta algo, el pañal o una posición. ¿Se frota los ojos y bosteza? Entonces probablemente esté cansado o necesite relajarse.

A los 3 meses el recién nacido empieza a mostrar interés por su cuerpo y comienza a interactuar con el entorno y las personas que le rodean. Para mostrar su satisfacción, patea y agita los brazos, ¡y comienza a hacer sonidos para responder a la voz de mamá y papá! Aquí tienes algunos progresos del bebé:

• Puede mantener la cabeza más erguida.

• Si se coloca boca abajo puede levantar la cabeza, e incluso levantando los hombros.

• También podrá girar la cabeza voluntariamente para mirar a su alrededor.

• Levanta los brazos, empieza a agarrar objetos pequeños y desarrolla la coordinación ojo-mano.

En este periodo el recién nacido empieza a utilizar mucho la vista, el oído y el tacto y está preparado para desarrollar la coordinación ojo-mano. Por eso, es importante estimularlo y ayudarlo en estas nuevas experiencias: podemos ofrecerle pequeños juguetes que sean fáciles de agarrar y sostener en la mano, como cascabeles o sonajeros con sonidos para estimular el oído y zonas de diferentes materiales para fomentar el descubrimiento del tacto. Además, puedes saber más sobre cómo ayudar al desarrollo de los sentidos a través del juego.

Como hemos dicho, los recién nacidos en esta etapa se sienten muy atraídos por los rostros humanos: por eso puedes sentarte cómodamente en un sillón o en el sofá y con tu bebé en brazos o tumbado en tu regazo, sonreír, sacar la lengua, hacer pequeños sonidos o chasquear la lengua. Verás que el bebé se sentirá muy atraído y seguirá tus expresiones.

Por último, para estimular la motricidad de tu bebé de tres meses, cuando esté despierto, y siempre en presencia de un adulto, puedes colocarlo boca abajo sobre una zona blanda, como por ejemplo sobre una alfombra de juego, para jugar boca abajo como el clásico Tummy Time. Desde esta posición se lleva al bebé a levantar la cabeza, fortaleciendo así los músculos del cuello y los hombros.