El desarrollo del bebé a los 7 meses

Si en el primer período el crecimiento del recién nacido era realmente rápido y visible, ahora puede ralentizarse y, aunque continúe, puede llegar a ser menos perceptible.

Desde el punto de vista motor, el bebé a los 7 meses es generalmente capaz de:

• Sentarse solo, con o sin soporte para la espalda para protegerse, como una almohada Boppy
• Apuntar los pies y empujar conestos mismos
• Empezar a gatear.
• Pasar objetos de una mano a otra y seguirlos con la mirada.

El hecho de que el niño comience a moverse libremente por la casa puede requerir que revises la organización de los espacios y las cosas, dejando solo los objetos dedicados a él y en cualquier caso no peligrosos a su altura.

A los siete meses, el sueño del bebé se vuelve más regular, especialmente por la noche: con la continuación del destete, los despertares nocturnos también deberían ser más limitados. Sin embargo, la erupción de los primeros dientes puede hacer que su sueño sea un poco más inquieto. Por lo general, duermen la mayor parte de la noche con una o dos siestas durante el día. Algunos padres sienten que este es el momento de mover a su bebé a su habitación si no lo han hecho antes, mientras que otros prefieren mantenerlo en su habitación con ellos. Esta decisión puede depender de muchos factores y cambiar de un niño a otro y de una pareja a otra: por esta razón, el consejo es organizarse de inmediato con un producto que pueda adaptarse a diferentes situaciones, como la cuna Chicco Next2Me Forever.

• Responde a las voces emitiendo sonidos.
• Expresa sus emociones con diferentes sonidos y expresiones
• Reconoce caras familiares y puede asustarse si aparece un extraño.
• Pone todo en su boca para aprender y explorar.
• Reconoce el significado de palabras como "sí" y "no" o gestos como reír y aplaudir cuando hace algo bien.
• Empieza a repetir algunas consonantes, principalmente M y B, las llamadas labiales y luego sílabas como la-la-la, ma-ma-ma, da-da-da... Esta es la llamada fase de lallación, que es tan importante para el desarrollo del lenguaje.

Durante este tiempo, el niño puede comenzar a desarrollar ansiedad por separación de la madre: el niño comienza a comprender que la madre no es una con él mismo, sino una figura separada.Esta es una fase normal y necesaria en la vida del niño, pero podría tener algunas repercusiones en la organización familiar. Y es precisamente en estos meses cuando la necesidad del pequeño de tener un objeto al que abrazar cuando la tristeza se apodera de él, son los llamados objetos transicionales.

A partir del séptimo mes, el niño pone en juego toda su curiosidad y comienza a observar con placer la relación causa-efecto entre los objetos. El consejo es involucrarlo tanto como sea posible en las acciones diarias, hablándole y mostrándole lo que sucede al realizar una determinada acción: esta actividad le fascinará de una manera particular. Para entretenerlo, también podemos ofrecerle juguetes apilables o, si queremos optar por una solución más casera, una cesta del tesoro que le dará la oportunidad de explorar y descubrir muchos objetos, nuevos y misteriosos para él.