Ansiedad por separación en recién nacidos: cómo superarla

Alrededor del octavo mes, el bebé aprende a reconocer los rostros de los seres queridos que lo cuidan. Como resultado, el extraño lo asusta ya que no es conocido. Junto a esta emoción llamada "miedo al extraño", el recién nacido también desarrolla ansiedad por la separación de esas caras familiares, en particular de la figura materna con la que ha establecido un vínculo único también a través de la comunicación emocional con mimos y, obviamente, durante la lactancia.

El niño teme, aunque solo sea si la madre se mueve de una habitación a otra, que nunca la vuelva a ver y que lo abandonen. A partir de este momento, para la madre en particular, no será tan fácil dejar al bebé durante unas horas. Pero esto es necesario para ayudar al recién nacido a manejar la ansiedad de la separación de la madre y a desarrollar la capacidad de adaptación, de aprender a estar con otras personas también.

La mejor manera de ayudar al recién nacido a superar serenamente la ansiedad por separación es crear la distancia adecuada entre su autonomía y su capacidad para hacer frente a la situación: si su preocupación es fuerte y se asemeja a una desesperación que perdura en el tiempo, tal vez el niño aún no sea capaz de tolerar el desapego de la figura materna.

Si su llanto es consolable por el adulto que lo cuida en el momento de la separación, y luego termina, entonces el niño ha comprendido que después de un desconcierto inicial es capaz de levantarse y comenzar una nueva exploración, incluso sin su madre.