Pros y contras del parto en el agua

En los últimos años, los partos en el agua se han vuelto cada vez más populares entre las futuras madres que buscan una alternativa al parto tradicional. El objetivo es aliviar el dolor y garantizar una experiencia feliz y positiva del parto, al mismo tiempo que hace que el proceso sea menos traumático para el bebé.

Está científicamente comprobado que la inmersión en agua tiene un efecto relajante sobre la musculatura de todo el cuerpo, y puede ayudar a regular la respiración y reducir la percepción del dolor durante el parto. La evidencia científica muestra que estar rodeada de agua reduce tanto las solicitudes de anestesia epidural y espinal como la duración del trabajo durante el parto, lo que ayuda a las mujeres a mantenerse más activas y les permite participar más en el parto.

La futura madre se sumerge en una piscina especial de parto que contiene agua tibia, donde puede moverse, ponerse en cuclillas, flotar, levantarse y salir de la piscina y luego volver a entrar cuando quiera. La temperatura de la piscina durante el trabajo se mantiene alrededor de los 36 grados y luego aumentará a 37 grados cuando se acerca el nacimiento real del bebé. Una matrona y un/a ginecólogo/a siempre están presentes y controlarán los latidos del corazón tanto de la madre como del bebé, junto con una serie de otros parámetros. Hay muchos vídeos on line de partos en el agua en los hospitales, que permiten a cualquier persona interesada ver más de cerca cada etapa.

Tener tu parto en casa en el agua es posible, pero es importante considerar los costes y asegurarse de tener el equipo necesario. Cualquiera que desee tener un parto acuático en casa deberá alquilar una piscina de partos; estos cuestan alrededor de 400 euros dependiendo del tipo seleccionado. Por razones de salud y seguridad, también se debe comprar una cubierta desechable para piscinas de partos; esta permanece en contacto con el cuerpo de la madre. Existen diversas asociaciones de matronas especializadas que ofrecen este servicio a precios razonables, y que traen consigo la piscina hinchable. Sin embargo, le recomendamos que consultes con tu ginecólogo en primer lugar, y una vez que te hayan dado el visto bueno, puedas comenzar a buscar matronas especializadas en partos en el agua a domicilio en la ciudad en la que vivas.

El parto en el agua no está asociado con ningún riesgo específico para la madre o el bebé, pero solo es adecuado para embarazos de bajo riesgo a término. No se recomienda un parto en el agua cuando el trabajo activo no progresa como se esperaba, cuando el parto es demasiado largo, en los casos en que el líquido amniótico es de color o existe algún temor a las complicaciones. En presencia de ciertas condiciones, el parto en el agua está contraindicado, incluido el parto de nalgas, de gemelos y de prematuro. Incluso en ausencia de riesgo, es importante hablar con tu matrona o ginecólogo con anticipación para evaluar las ventajas y desventajas del parto en el agua. y asegurarse de que el lugar donde darás a luz cuente con todos los protocolos pertinentes.

No todos los hospitales están equipados con una piscina de partos. Si dar a luz en el agua es algo que deseas para traer a vuestro bebé al mundo, lo mejor es organizarse con mucha anticipación, para que puedas averiguar dónde y cómo puedes tener un parto en el agua de una forma cómoda y segura para los dos.