LOS NIÑOS FELICES SON MEJORES QUE LOS PERFECTOS
Educar a los niños en el valor de la imperfección
El crecimiento implica logros y éxitos, pero también errores, caídas inevitables y necesarias para el desarrollo. Ahora veamos por qué es importante educar a los niños sobre la imperfección y cómo apoyar el desarrollo de su autoestima.
LOS BENEFICIOS DE SER IMPERFECTO
Ciertamente, vivimos en una sociedad que exige un rendimiento continuo y los padres no están exentos de escuchar estas expectativas sobre sí mismos y sus hijos. Perseguimos estándares cada vez más altos, pero incluso aspiramos a la perfección porque nos convencemos de que solo valemos la pena si nos convertimos en una persona exitosa. Por lo tanto, los padres se sienten con derecho a animar a sus hijos a hacer más y más, para que cuando crezcan puedan convertirse en personas realizadas y alcanzar una posición económicamente estable. Pero si el principio es bueno, es la rigidez con la que se quiere alcanzarlo lo que no es bueno para los niños. Enseñarles a trabajar duro para mejorar está muy bien, pero demasiado es malo para toda la familia. Los padres que se presentan como modelos perfectos, competitivos y ganadores a toda costa, ponen expectativas excesivas en sus hijos, no les enseñan que la vida está llena de obstáculos y a veces nos perdemos incluso sin quererlo.
LA SOBRECARGA DE EXPECTATIVAS Y EL MIEDO A EQUIVOCARSE
El riesgo de tener un niño sobrecargado de muchas expectativas es que enfrentará todos sus desafíos diarios con un estado de alerta y preocupación continua, porque no quiere decepcionar a sus padres, piensa que solo aquellos que son buenos, merecen amor y el fracaso debe evitarse a toda costa. La ansiedad relacionada con la preocupación de equivocarse fácilmente puede llevar a una caída del rendimiento en un círculo vicioso que en la peor de las situaciones lleva a la renuncia al compromiso en sí, sin siquiera intentar afrontarlo por miedo a equivocarse.
LA IMPORTANCIA DE LA AUTOESTIMA
Necesitamos ayudar a nuestros hijos a desarrollar la autoestima como arma fundamental para crecer con serenidad y triunfar en la vida. La falta de autoestima puede ser el mayor obstáculo para el desarrollo y la expresión de las habilidades emocionales, cognitivas y relacionales. La conquista de la autoestima es un proceso paso a paso, consiste en adquirir la capacidad de considerar críticamente las propias fortalezas y limitaciones, no ocultándolas, sino utilizándolas para mejorarse.
¿CUÁNDO PODEMOS EMPEZAR A HABLAR DE "DESARROLLO DE LA AUTOESTIMA"?
Los bebés comienzan a desarrollar su autoestima desde los primeros meses de vida, cuando los bebés comunican sus necesidades básicas a sus padres a través del llanto. Si mamá y papá se preocupan por captar e interpretar las peticiones del pequeño, alimentándolo, cambiándolo, acunándolo, le transmiten la certeza de ser amado.
Validar sus necesidades las refuerza. Incluso cuando sean mayores, y comiencen a expresarse con palabras, nunca debes trivializar sus peticiones, de lo contrario dejarán de recurrir a los adultos, porque pensarán que sus deseos no son importantes.
El refuerzo positivo hacia el niño también se consigue con pequeñas frases: "Es bonita tu idea, poner este jarrón en el salón", "Gracias por tu ayuda", "Llama a la abuela y salúdala en nombre de todos nosotros". Sin embargo, no debemos cometer el error de sobreestimar sus capacidades, de decirle constantemente "eres el mejor, nunca te equivocas", porque se correría el riesgo de volver a poner altas expectativas en él y todo se volvería contraproducente. Con respecto a la permisividad y la tolerancia excesiva de los padres, donde las reglas y prohibiciones son cada vez más raras, se desarrolla en los niños una baja autoestima y una fragilidad oculta que amenazan el crecimiento futuro.
NO EXAGERES LAS EXPECTATIVAS DE TUS HIJOS
Además, para aumentar la autoestima y fomentar una personalidad equilibrada, es fundamental que los padres no tengan expectativas excesivas sobre el rendimiento académico de sus hijos. Cuando el niño sale de la escuela, la calificación no debe ser el primer tema de diálogo, nunca pregunte qué calificación obtuvieron los otros compañeros en la tarea o, peor aún, compare la boleta de calificaciones con los otros padres. A menudo estas actitudes esconden más una necesidad de los padres de ser perfectos, deberíamos preguntarnos por qué. Por lo tanto, para preparar a un niño para la vida, es bueno dejarlo cultivar sus talentos y pasiones, sin prejuicios, respetando quién es. Transmita a los niños el mensaje de que el amor de los padres es incondicional y no está ligado al rendimiento y al éxito. Incluso si no están en la cima de la clase o los mejores en el campo, la consideración y el afecto de los padres nunca cambiarán.
EMANUELA IACCHIA
Psicóloga y Psicoterapeuta del Desarrollo