Lactancia con biberón y leche materna

Cada vez es más común que las madres tengan que dejar a sus hijos a una edad más temprana para reincorporarse al trabajo. Además de la comprensible preocupación de tener separarte durante horas de tu bebé, existe también el temor de tener que parar la lactancia dada la imposibilidad de atenderla a demanda. Pero en realidad, poder seguir con la lactancia es posible, incluso cuando vuelves a tu rutina laboral.

Con la ayuda de un sacaleches, puedes extraerte la leche, almacenarla en un contenedor estéril y conservarse en el frigorífico o en el congelador, así poco a poco puedes ir creando un banco de leche que permitirá alimentar a tu bebé con leche materna incluso cuando estés en el trabajo o fuera de casa. Sólo tienes que usar un biberón para poder alimentar al bebé a través de una lactancia mixta sin renunciar a seguir dándole el pecho, y un calienta biberones si hablamos de ofrecer al bebé leche materna previamente congelada.

Cuando optamos por la lactancia mixta, es decir, una alimentación que incluya tomas tanto con biberón como con pecho, es aconsejable emplear biberones que imiten la lactancia materna lo máximo posible, asegurando un agarre lo más parecido al agarre natural del pecho materno y así no tener problemas para alternar. Puede ser una buena idea elegir una tetina ancha e inclinada durante los primeros meses, de modo que el labio del bebe descanse sobre una superficie amplia (como en el pecho) mientras la tetina está siempre llena de leche y asegura la mejor postura para el bebé.

Tanto colocarse de forma correcta para alimentar al bebé como la posición del biberón juegan un papel muy importante; mientras que además, el ambiente de alrededor debe ser tranquilo y relajado. Para una posición correcta, recomendamos colocar el brazo alrededor del bebé asegurándote que esté semi sentado con la cabecita apoyada dentro del codo doblado y ligeramente levantada en comparación con el resto del cuerpo. Por otro lado, el biberón tiene que estar inclinado para que la tetina esté siempre llena de leche e impedir así la ingesta de aire. La tetina no tiene que presionar demasiado los labios del bebé y dejar hueco para la respiración de la nariz. Además, hay que asegurar siempre que la posición no perjudique la posición natural del cuello del bebé ni colocar al niño ligeramente boca abajo.

Si tu pequeño no termina la toma, la leche materna no puede simplemente guardarse. De hecho, la leche que vayamos a calentar de nuevo debe consumirse en un plazo máximo de 1 ó 2 horas; después, no debemos dar esa leche otra vez al niño. Por eso, es mejor almacenar la leche maternal en pequeñas cantidades y solo usarse cuando se necesite para evitar malgastarla.

Finalmente, recuerda siempre limpiar y esterilizar el biberón tras su uso.