Cómo hacer un banco de leche

Te detallamos los pasos para crear tu propio banco de leche y no dejar la leche materna.

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Muchas madres que amamantan a sus bebés necesitan tener su propio banco de leche en casa, bien porque necesitan separarse de su hijo de forma puntual, o porque prevén continuar alimentándolo con leche materna tras la reincorporación al mundo laboral. Tener tu propio banco de leche es sencillo, pero requiere su tiempo, y un poquito de paciencia.

¿Qué necesitas?

  • Un extractor (sacaleches). Si vas a extraerte leche de forma puntual, no muy frecuentemente, puedes utilizar un sacaleches manual. Si por el contrario, vas a utilizarlo con mucha frecuencia y necesitas extraer leche para muchas tomas, será más cómodo un sacaleches eléctrico, que es mucho más rápido y eficaz.
  • Recipientes para conservar la leche. Puedes elegir contenedores de plástico o de cristal, pero siempre teniendo en cuenta que deben ser aptos para contener alimentos.
  • Un frigorífico con congelador. Mejor si es tipo combi (congelador separado).

¿Cuándo comienzar a extraerse la leche?

Es preciso esperar a que la lactancia esté correctamente instaurada. Esto se produce cuando el bebé se engancha bien al pecho, está ganando peso, y la madre no siente dolor en las tomas ni hay ningún problema asociado (grietas, ingurgitación, mastitis…). Los primeros días no es aconsejable intentar extraer leche, salvo que madre e hijo estén separados (por ejemplo por ingreso hospitalario de uno de ellos). Tu matrona puede indicarte en qué momento puedes empezar a extraer, en tu caso individual. Es posible que en las primeras extracciones que hagas, obtengas muy poquita leche. Es normal, no te frustres. A medida que vayas estimulando el pecho con el sacaleches, irás obteniendo cada día más cantidad.

¿Cuál es el mejor momento para realizar la extracción?

Hay varias opciones:

  • Al final de la toma, del ultimo pecho que tome el bebé, que normalmente no vacía del todo, puedes extraer la leche que él no se tome, es decir, el sobrante.
  • Entre toma y toma. En este caso, generalmente es mejor aprovechar para hacerlo por la mañana, o a primera hora de la tarde, puesto que a última hora de la tarde, la mayoría de los bebés demandan más pecho y duermen menos, por lo que será más difícil poder hacer la extracción.
  • Durante la toma. Mientras el bebé mama de un pecho, puedes extraer leche del pecho contrario.

INDEPENDIENTEMENTE DEL MOMENTO EN EL QUE HAGAS LA EXTRACCION, NO TENGAS MIEDO DE QUE TU BEBÉ SE QUEDE SIN LECHE PARA LAS TOMAS. EL NIÑO TIENE LA CAPACIDAD DE ESTIMULAR EL PECHO PARA OBTENER LA LECHE QUE PRECISA, TODAS LAS VECES QUE NECESITE. POR EL CONTRARIO, CUANTO MÁS ESTIMULES EL PECHO CON EL SACALECHES Y MAS EXTRACCIONES REALICES, MAS LECHE PRODUCIRAS. 

Puedes realizar todas las extracciones que quieras y puedas cada día, y si algún día no puedes extraerte, no pasa nada. Unicamente puedes notar que tus pechos están más llenos y algo molestos, pero tu bebé los vaciará en las tomas.

¿Cómo hacer la extracción? Procedimiento.

Busca siempre un momento tranquilo, sin prisas, en un lugar cómodo y agradable, y procura, siempre que hagas la extracción, que tu bebé esté cerca. Si no puede ser, al menos ten cerca algo que te recuerde a él: una foto, una prenda con su olor, un audio con su voz o su llanto, un juguete que le guste… de esta manera producirás más leche y la extracción será más fácil (de la misma manera que cuando pensamos en una comida que nos gusta, comenzamos a salivar, cuando pensamos en nuestro bebé, se produce la subida de la leche)

  • Lávate bien las manos, y ten preparados los recipientes en los que vas a conservar la leche (bien limpios y si es posible esterilizados).
  • Calienta tus manos y con ellas el pecho, y date un suave masaje por toda la glándula mamaria para estimularlo.
  • Comienza siempre la extracción con succiones cortas y flojitas (lo mismo que hace el bebé para estimular la subida de la leche) y cuando notes la sensación de que el pecho se está llenando, puedes hacer succiones más largas e intensas. Al principio, sólo verás que salen algunas gotitas, pero poco a poco verás que sale la leche de forma más abundante. Mientras realizas la extracción, continúa masajeando el pecho, en dirección al pezón para vaciarlo bien. Cuando veas que deja de salir leche, termina la extracción y cambia de pecho. No insistas en extraer más, porque pueden aparecer molestias en el pecho y en el pezón.

¿Cómo conservar la leche?

La leche materna extraída conserva sus propiedades en las siguientes condiciones:

  • A temperatura ambiente 4-8 horas (dependiendo del calor que haga)
  • En un frigorífico 5-6 días máximo (colócala siempre al fondo del frigorífico, nunca en la puerta)
  • En un congelador que esté dentro de la nevera 2 semanas
  • En un congelador tipo combi 4-6 meses (depende de las veces que abramos la puerta)

Puedes ir juntando en el frigorífico la leche de varias extracciones y luego congelarlas. Si vas a tener que congelarla, cuanto antes lo hagas, mejor.

Si necesitas mezclar leche recién extraída con leche congelada, deberás enfriarla primero en el frigorífico y luego puedes juntarla.

Siempre que congeles leche, pon la fecha de la extracción, para luego descongelar primero la más antigua.

No congeles demasiada leche junta (100-120 cc) porque corres el riesgo de desperdiciarla cuando tengas que utilizarla, ya que nunca sabemos, a priori, cuanta leche va a tomar el niño en cada toma. 

No llenes del todo los recipientes. Debe quedar siempre un pequeño espacio entre la leche y el cierre. 

Si vas a extraer la leche fuera de casa, procura llevar una nevera portátil, para que no haya muchos cambios de temperatura y se rompa la cadena de frio.

¿Y cuándo tengo que utilizarla?

Lo más adecuado es descongelarla, como cualquier alimento, unas horas antes de utilizarla. No se debe descongelar en el microondas. Si tienes que descongelarla rápidamente, o calentarla, hazlo con un calienta biberones, bajo el grifo de agua templada, o introduciendo el recipiente con la leche en un bol de agua templada.

Tampoco se debe descongelar ni calentar directamente poniéndola al fuego.Si al bebé le gusta, puede tomarla fría o a temperatura ambiente, es igual de saludable.

Es probable que cuando la descongeles, veas que la leche se ha dividido en dos fases (más aguada y grisácea por la parte de abajo, y más densa y blanca por la parte de arriba). Esto es completamente normal. Si la mueves, se mezclará y tendrá un aspecto más homogéneo.