Tummy time: qué es y por qué es importante

En inglés, Tummy significa "barriga" y por lo tanto la expresión Tummy Time se puede traducir como "tiempo boca abajo" y es, de hecho, el hecho de que el bebé pase tiempo boca abajo aunque no tienda a hacerlo espontáneamente. Pero, ¿cómo deben acostarse los bebés recién nacidos boca arriba todo el tiempo? Sí, es cierto que esta recomendación, tan importante para un sueño seguro, sigue siendo válida, pero desde los primeros periodos después del nacimiento es importante poner al bebé boca abajo, claramente siempre bajo supervisión y solo cuando el bebé lo desee.

Los bebés de hoy en día pasan mucho tiempo boca arriba tanto cuando se les coloca en soportes como cochecitos y hamacas como cuando duermen debido a las recomendaciones para un sueño seguro que indican esta posición como la más segura hasta al menos un año de vida. Sin embargo, es importante y debe mantenerse, pero cuando el niño está despierto y quiere interactuar, es bueno, siempre bajo supervisión, colocarlo boca abajo durante unos periodos. El tiempo boca abajo es un momento de juego pero también de "gimnasia" en el que el recién nacido realiza movimientos y ejercicios que favorecen el desarrollo motor del niño. Estos son algunos de los beneficios del tiempo boca abajo:

• Desarrollo de los músculos del cuello, la espalda y la cabeza, pero también de los brazos y los abdominales.

• Un mejor control de la cabeza ayuda a los bebés a rodar y gatear.



• Ayuda a reducir el riesgo de plagiocefalia en el recién nacido.

• Apoya el desarrollo sensorial, ya que permite al niño ver el mundo desde una perspectiva diferente y explorarlo con el tacto.

No es necesario esperar para comenzar con el tiempo boca abajo, pero se puede proponer desde los primeros períodos después de regresar a casa: en el vientre de mamá o papá primero en el cambiador o en una alfombra de juego luego, el recién nacido se puede colocar boca abajo durante unos períodos cortos, uno o dos minutos varias veces al día, y luego aumente gradualmente hasta llegar a 15-30 minutos al día a las siete semanas de edad. Si inicialmente al bebé no le gusta jugar en esta posición, la madre puede comenzar a colocarlo boca abajo y estimularlo con su voz: el deseo de ver a la madre lo empujará a levantar la cabeza. Es importante ofrecer tiempo boca abajo al niño cuando está despierto y tiene ganas de interactuar, no está cansado, hambriento o cuando algo más le molesta.

La primera fase del tiempo boca abajo se suele llevar a cabo en el vientre de la madre a través de estímulos sonoros, como la propia voz de la madre, que atraen su atención y le empujan a moverse y dirigir su cabeza hacia la fuente. A continuación, se colocará al bebé en una alfombra de juego y se podrá utilizar un espejo (alrededor de los tres meses) para que el bebé pueda observarse a sí mismo y proponer objetos a su alrededor que, si se mueve, seguirá con la mirada. Los objetos colocados a corta distancia favorecerán entonces su deseo de conocimiento y exploración: para agarrarlos, el niño hará de todo, ¡moviéndose cada día más!

Es importante facilitar esta posición, que inicialmente puede ser desagradable para el recién nacido, para elegir el momento adecuado: idealmente, el tiempo boca abajo debe proponerse cuando el bebé no esté cansado ni hambriento. También es mejor esperar al menos media hora después de la alimentación para evitar regurgitaciones o molestias. Recuerde que el bebé debe estar siempre bajo supervisión y que nunca debe dejarse solo: en el caso de que el padre necesite ausentarse aunque sea por poco tiempo, siempre lleve al niño de vuelta a su estómago primero y no lo deje solo en una superficie alta o peligrosa.

Por último, recuerda que el tiempo boca abajo no debe vivirse como una tarea más entre comidas y cambios, sino como un momento para estar juntos y ayudar a nuestro pequeño a crecer: propón una actividad que pueda ser agradable para ti y tu bebé, como jugar, hablar, leer un libro, escuchar música.