Un portabebés para llevar siempre cerca a tu bebé
¿Has probado a transportar al bebé en un marsupio? Llevar al bebé en una mochila portabebés favorece un contacto físico cercano, algo que es muy positivo para los papás y reconfortante para el bebé. En definitiva, una experiencia positiva para ambos.
Desde los primeros meses puedes transportar al bebé en un marsupio o mochila portabebés, un accesorio que te aporta un contacto constante y prolongado con el bebé durante los paseos. A continuación, vamos a ver las diferentes ventajas que aporta este producto y por qué el marsupio es fantástico para transportar a los pequeños.
La importancia del contacto físico
El contacto físico entre madre/padre e hijo es importante para ambos, sobre todo en las primeras semanas de vida, cuando se siente la pérdida de esa relación tan intensa y única vivida durante el embarazo. Por eso, transportar al bebé en el marsupio tiene un efecto inmediato, positivo y duradero para ambos: además de permitirte cuidar al pequeño en todo momento, refuerza tu confianza y seguridad en ti misma como madre/padre y en tu capacidad de entender y satisfacer las necesidades del bebé, al bebé le permitirá sentirse cera, a gusto y protegido.
Una libertad de movimientos maravillosa
Las mochilas portabebés te ofrece algo muy importante: libertad de movimientos. Puedes ir de una habitación a otra o salir de casa para dar un paseo sin demasiado esfuerzo logístico, con la tranquilidad de saber que tu pequeño está ahí en todo momento. Pero ten cuidado: lo principal es la seguridad del bebé, por eso debes evitar actividades que provoquen colisiones u otros posibles accidentes.
Contacto también con papá
También para los papás, el marsupio supone una gran oportunidad de mantener un contacto estrecho con el bebé y de conocerse mejor. El contacto precoz y prolongado con el pequeño, que hace posible el marsupio, representa para los papás una oportunidad magnífica de conocer a su bebé y de forjar una relación que le ayude a verlo como una figura importante, reforzando el vínculo padre-hijo.